Rufino Victorica

Coronel Rufino Victorica (1815-1890)

Nació en Buenos Aires en 1815, siendo sus padres Juan de Victorica y Ana Sánchez.  Rufino Victorica era sobrino de Bernardo, el famoso Jefe de Policía de Juan Manuel de Rosas.  Se incorporó en clase de aspirante en el Batallón “Guardia Argentina”, que comandaba el teniente coronel José Antonio Pieres, el 27 de julio de 1832.

El 16 de diciembre del mismo año fue promovido a subteniente, y a teniente 2º el 19 de abril del año siguiente.  Ayudante mayor el 19 de noviembre de 1833, recibió los despachos de capitán, el 7 de agosto de 1837.  Con esta última jerarquía prestó largos años de servicio en la guarnición de Buenos Aires con el cuerpo de referencia que era mandado por el general Mariano Benito Rolón.  Actuó en la batalla de Caseros, el 3 de febrero de 1852, a favor de Rosas.

El 15 de marzo de este último año se dispuso su incorporación a la Plana Mayor Activa del ejército de la provincia de Buenos Aires, a contar del 1º del mismo mes.  Se le otorgaron despachos de sargento mayor de infantería de línea el 8 de octubre de 1853, pero con antigüedad del 4 de febrero del año anterior.

Después de su alta en el ejército con posterioridad a Caseros, pasó a servir en el cuerpo de “Nueva Creación”, y el 19 de julio de 1852 pasó agregado al Regimiento de “Granaderos a Caballo”, y encargado de la mayoría del mismo.  Participó en la revolución del 11 de setiembre, asistiendo al sitio que soportó la Capital desde diciembre del mismo año, por las fuerzas del coronel Hilario Lagos, primero, y del general Urquiza, después.

Levantado el sitio, el 13 de julio de 1853, por disolución de ejército sitiador, Victorica fue designado casi de inmediato, Fiscal en la Comandancia General de Marina, cargo en cuyo ejercicio cesó el 22 de octubre de 1853, volviendo a continuar sus servicios al Ministerio de la Guerra, como anteriormente.  Poco después fue nombrado comandante militar de “25 de Mayo”; asistiendo en noviembre de 1854 a la campaña que realizó el general Hornos contra la invasión de general Jerónimo Costa, que terminó con la derrota de éste en El Tala, el día 8 de aquel mes y año, en el límite jurisdiccional con Santa Fe.

Habiendo solicitado su relevo de la comandancia de “25 de Mayo”, el 27 de diciembre de 1854 le fue concedida, siendo reemplazado por el sargento mayor Antonio Llorente, reteniendo este último el mando del Escuadrón de Dragones “Mayo”.  El 10 de octubre de 1855 se dispuso el pase de Victorica al Ministerio de la Guerra.  El 9 de marzo de 1859 se ordenó en atención al estado de su salud, fuese separado de una comisión que ejercía en el Ministerio, debiendo seguir revistando en la Plana Mayor Disponible.

El 11 de marzo de 1859 fue nombrado comandante de la Guardia Nacional de Patagones, en reemplazo del sargento mayor José Jáuregui; pero el 10 de mayo del mismo año pidió que se aplazase aquel nombramiento, lo que fue concedido el día 24 de este mismo mes, por enfermedad, previo informe del Cirujano del Ejército Hilarión Almeira.

Asistió a la corta defensa de Buenos Aires cuando fue sitiada por las fuerzas del general Urquiza después de Cepeda.  Revistó en la Plana Mayor Disponible hasta el 31 de enero de 1861, en que pasó a prestar servicios en la secretaría del Ministerio de la Guerra; contribuyendo también desde el mes de junio, en la instrucción del Regimiento 13 de Guardias Nacionales, que se había mandado formar en Palermo, con retención de aquel puesto.

El 14 de agosto del mismo año se le encargó la organización del Batallón 7º de Línea, habiendo estado hasta ese momento a cargo del Departamento de Reclutas de la Capital.  Con aquel cuerpo sirvió en la Escuadra en la campaña de Pavón, cooperando con el mismo, el 24 de diciembre de 1861, a la toma de la escuadra de la Confederación que se hallaba en el puerto de Paraná.

Promovido a teniente coronel graduado el 28 de agosto de 1862, por S. R. de dos días antes, fue declarado disuelto el Batallón 7º de Línea bajo su comando, disposición que cumplimentó Victorica el día 27 de aquel mes, entregando 4 oficiales, 7 aspirantes y 53 individuos de tropa, pertenecientes al extinguido cuerpo, al capitán Pedro Jimeno, comisionado al efecto por el coronel Ignacio Rivas, del Batallón 3º de Línea.  Hizo entrega, igualmente, del armamento sobrante, cajas de guerra, cornetas, muebles, etc., del mismo.  Victorica pasó a ocupar nuevamente su anterior destino en el Ministerio de Guerra.

Poco después, el 1º de setiembre de 1862, pasó al campamento general situado en Villanueva, en la provincia de Córdoba, en calidad de Comisario de Guerra del 1er Cuerpo de Ejército Expedicionario mandado por el general Wenceslao Paunero, llenando Victorica cumplidamente una comisión en San Luis, que le fue confiada por el Comandante en Jefe.

Terminada aquella misión, fue nombrado capitán del puerto de Concordia, recibiendo la efectividad de teniente coronel el 15 de abril de 1864; pasando poco después a ejercer la Comandancia Militar de la Isla de Martín García, cargo que desempeñaba el 29 de agosto de 1865 cuando fue nombrado jefe del Batallón 5º de Línea, cuya creación se dispuso por decreto de esa fecha.  El 31 del mismo mes entregó la comandancia de la Isla al teniente coronel graduado José R. Carballido, pasando Victorica a ocupar su nuevo destino.

Organizado el batallón de referencia, partió con él a incorporarse al ejército de operaciones contra los paraguayos.  En aquella cruenta campaña el 5º de Línea formó la 7ª Brigada del 1er Cuerpo del Ejército con el Batallón “Santa Fe” que fue mandado por el mayor Panelo, mientras el Jefe titular, coronel José María Avalos, ejerció el mando de la brigada.

El comandante Victorica asistió al combate del Paso de la Patria y toma de las fortificaciones de Itapirú, el 16-17 de abril de 1866; a la acción del Estero Bellaco, el 2 de mayo; al forzamiento del Paso del mismo, el día 20; y a la terrible batalla de Tuyutí, el 24 de igual mes y año; recibiendo por esta última los cordones de oro que por Ley especial concedió la Nación a los vencedores.

Se halló en el combate de Yataytí-Corá, el 11 de julio, y en los del Boquerón y Sauce, el 16 y 18 del mismo mes y año.  Gravemente herido en el furioso asalto a las fortificaciones paraguayas de Curupaytí, el 22 de setiembre de 1866, el teniente coronel Victorica debió bajar a Buenos Aires para su asistencia, siendo promovido a coronel graduado el 19 de diciembre de aquel año.

Hallándose en Buenos Aires “enfermo y resentido de la herida que recibió en Curupaytí”, el 21 de junio de 1867 solicitó su exoneración del comando del Batallón 5º de Infantería; así como también había pedido al general Paunero su separación del mando de la 1ª Brigada del “Ejército del Interior” por la misma causa y la cual le había sido concedida por el mencionado General.  A su vez, el presidente Mitre concedió el 5 de julio de aquel año el relevo solicitado por el coronel Victorica, quien con fecha 19 de igual mes fue destinado a la Inspección y Comandancia General de Armas, en el carácter de “Ayudante General”.

Con motivo del estallido de la revolución en Córdoba, el 16 de agosto de 1867, encabezada por el comandante Simón Luengo, que depuso al gobernador ausente Dr. Mateo J. Luque y en la que cayó en manos de los rebeldes, el Ministro de la Guerra, general Julián Martínez, que se hallaba transitoriamente en aquella ciudad; el general Emilio Conesa fue encargado del mando de las fuerzas nacionales enviadas para sofocar el movimiento.  El 21 del mismo mes de Agosto, el coronel Victorica pasó a servir a las órdenes de aquel General, con retención de su cargo en la Inspección General.

Acompañó a Conesa en calidad de secretario en la entrada triunfal que hizo en la ciudad de Córdoba el 28 de agosto, venciendo completamente la revolución y restableciendo al gobernador Luque en el mando.

El 31 de diciembre del mismo año (1867) se dispuso que el coronel Victorica y el teniente coronel Ciriaco Díaz Vélez, pasasen nuevamente en comisión, a las órdenes del mencionado general Conesa.  Terminada esta segunda comisión, Victorica volvió a ocupar la ayudantía general en la Inspección General de Armas, de cuyo despacho se hizo cargo interinamente el 15 de febrero de 1871 por hallarse con licencia el titular.  El 2 de agosto de 1875 era Intendente de la 3ª Sección de Enganche.

El 29 de julio de 1876 fue nombrado Comisario de Guerra de las fuerzas destacadas en Bahía Blanca y el 3 de mayo del año siguiente se dispuso que se recibiese del edificio de la comandancia militar de aquel punto, por haberse trasladado la guarnición a Sauce Chico.

El 18 de agosto de 1879 el coronel Victorica volvió a su antiguo puesto de Ayudante General de la Inspección y Comandancia General de Armas, después de haber desempeñado una comisión para la que había sido nombrado con retención de aquel cargo.

A mediados de junio de 1880 estando enfermo y “por un exceso de delicadeza” (según expresa Victorica en su nota de reincorporación posterior), solicitó su baja del Ejército, la que le fue concedida.  El 18 de setiembre del mismo año solicitó su reincorporación en los términos arriba mencionados, la que recién le fue concedida el 24 de agosto de 1881.

El 16 de setiembre de 1883 fue agregado a la “Comisión de Fojas de Servicios” en la Inspección General, siendo nombrado el 5 de julio del año siguiente, jefe interino de aquella Sección que se llamaba entonces, al organizarse el Estado Mayor General: “Fojas de Servicio e Historia Militar”, tomando el nombre de 3ª Sección de la misma Repartición.

Ascendió a coronel efectivo; el 4 de marzo de 1887 fue nombrado vocal de la Comisión Superior Inspectora de Institutos de Enseñanza.  Desempeñando este cargo, falleció en Buenos Aires, a las 6 de la tarde del 18 de enero de 1890, de “uremia”.  Fue reemplazado en el puesto que desempeñaba, por el coronel Salvador Tula.

El coronel Rufino Victorica contrajo enlace en esta ciudad, el 13 de octubre de 1837, con Nieves Pesao, porteña, hija de Cirilo Pesao y de Isabel González.

Fuente

Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado

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Yaben, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1939).

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