José Manuel Sánchez

Soldado del Tercio de Gallegos

Nació en La Coruña (España), en 1779; era hijo de Lorenzo Sánchez y de Teresa de Alonso. A los diez años vino al Río de la Plata, radicándose en Buenos Aires. Se ignora si viajó con sus padres o bien tenía algún pariente que velase por su vida. En 1801, entró de dependiente en el comercio de Martín de Alzaga, más tarde, el famoso Alcalde de primer voto del Cabildo bonaerense.

Con motivo de las Invasiones Inglesas, en 1806, fue alférez abanderado del Tercio de Gallegos. Ascendió a subteniente combatiendo contra los británicos en ese año, y en el siguiente. Perteneció a la séptima compañía mandada por el capitán Bernardo Pampillo. En la suscripción organizada por ese cuerpo, contribuyó con 100 pesos en la guerra de España contra los franceses.

Como prueba de sus aficiones literarias escribió un Diario circunstanciado y verídico de los acontecimientos de la defensa contra los ingleses, en la segunda invasión inglesa contra la famosísima y valiosísima ciudad de Buenos Aires, en el año 1807. Comprende desde el 27 de junio hasta el 2 de julio, escrita en la época de la acción. Este cuadernillo se conserva en el Museo Histórico Provincial de Rosario “Dr. Julio Marc”.

El Diario…, en algunos párrafos, efectúa severas críticas relativas al comportamiento de muchos hombres de la época, que coinciden, por lo demás, con otros documentos, entre los que merecen especial mención el informe del espía portugués Joaquín Xavier Curado. Declara terminantemente que su Diario era importante por la documentación que ofrecía.

Luego estuvo vinculado al motín del 1º de enero de 1809, encabezado por Alzaga, que trató de sustituir a Liniers por un golpe de fuerza, pero cuando fracasó en su intento y fue tomado preso se lo deportó a Patagones, el 25 de febrero de 1809, en cuya oportunidad hallándose a bordo del barco que lo llevaría a su destino, le extendió un poder en primer término a su yerno Juan Francisco Miñondo, y a Sánchez en segundo lugar, para que lo representasen en todo asunto. Estos apoderados, unos días después transferían el mandato a favor de Plácido Villanueva, residente en Cádiz, para que usase de él ante los Tribunales y principalmente en la Junta Suprema del Reino. A fines de diciembre continuó prestando servicios en el negocio de exportación de Alzaga.

El 12 de julio de 1810, contrajo matrimonio con María Dionisia del Rosario Basavilbaso, hija de Francisco Antonio Basavilbaso, escribano mayor de gobierno. Con este enlace, Sánchez ingresó a la clase alta de la sociedad porteña, a la aristocracia de esta ciudad.

Al producirse la Revolución de Mayo, y crearse la Biblioteca Pública, donó algunos libros escritos en francés y portugués.

Al fracasar Alzaga en su intentona, Sánchez no le siguió en esa conducta, sino por el contrario, se sumó al movimiento criollo. Estuvo relacionado con la Primera Junta, por intermedio del coronel Miguel de Azcuénaga y Basavilbaso, pariente de su esposa.

Con vocación por las letras comenzó haciendo arreglos y traducciones para el teatro. También escribió algunas obras con el fin de celebrar las victorias militares de los argentinos, o bien, para animar a los soldados.

Fue el autor de El Nuevo Caupolicán, pieza breve, en verso, inspirada en Chile, y dedicada a cantar la independencia. Caupolicán es un personaje simbólico, descendiente el célebre guerrero indígena que inspiró tantas célebres composiciones poéticas, pero se desarrolla su acción en un bosque cercano a la ciudad de Caracas. Por eso su título completo era El Nuevo Caupolicán o el bravo patriota de Caracas. Está fechado el 20 de diciembre de 1815, junto con la firma del autor, siendo por lo tanto anterior a la independencia argentina. Se le criticó por sus actitudes políticas, y por haber formulado los más despiadados ataques a su país de origen.

También escribió el Arauco libre, parodiando –según su autor- a Itiberia encadenada, por Zabala y Zamora. Es una brevísima pieza escrita en un acto, según el gusto neoclásico. Los personajes son simbólicos, convencionales, como la provincia de Chile, representada por una mujer, el Genio argentino y el Genio hispano. La escena se desarrolla en un salón de Santiago de Chile, estableciéndose un diálogo lleno de afrentas, en que mutuamente se enrostran cobardías, falacias y engaños. Hacia el final de la pieza se alude a la batalla de Maipú donde yacen sepultadas las falanges españolas. En esta obra, su autor afirmó el interés por los fastos de la Patria, y en especial, por el de la independencia. Es una obra bastante floja. “Sus versos mustios y vulgares –se ha escrito- un tanto ripiosos y prosaicos, en donde no falta la fraseología indecorosa. Carente de altura intelectual le lleva a enjuiciar la obra de España en América a través de chabacanos ultrajes, y con alegres apreciaciones, concebidas solamente para halagar los subalternos instintos de las gentes sencillas y fácilmente impresionables o propensas a histéricas sensiblerías”. Sin embargo, como cumplía la finalidad para la que había sido escrita, la noche de su estreno el 23 de marzo de 1818, fue muy bien recibida por el público. Dardo Corvalán Mendilaharzu dio noticia del manuscrito de Sánchez, del cual era poseedor, en la impresión hecha en los Documentos del Instituto de Literatura Argentina, y advertía que no fue publicado en “La Lira Argentina”, en 1824, dándose a conocer casi un siglo después en la revista “Atlántida”, en 1923.

Participó de las tertulias literarias de la época. En 1827, efectuó, en principio el arreglo de la comedia El Solterón, cuyo manuscrito se encuentra en la Biblioteca Nacional, que fue reformada como El Solterón y la criada. Su título completo en francés es el de Le vieux celibataire de Collin d’Harleville. La obra en tres actos fue reformada para el teatro de esta ciudad, y llevaba advertencia de Santiago Wilde, presente en todas las manifestaciones artísticas. Es probable que ambos fueron los que la tradujeron del francés. En una advertencia fechada el 18 de febrero de 1827, dice que: “Después de concluida la reforma de esta pieza, la he dado a revisar a algunos amigos inteligentes, y con arreglo a las advertencias que han tenido la bondad de hacerme, he aprovechado de las que me han parecido justas y fundadas para limar y corregir un drama, que puede llamarse nuevo con la misma franqueza que si hubiese emprendido la traducción, o más bien diré la imitación del original francés…”.

Otra obra que vertió al castellano es una comedia en tres actos: L’Avide héretier, de V. Jouy, que tradujo como El avariento heredero, finalizando su cometido el 2 de setiembre de 1830.

Los cambios políticos de las distintas épocas que le tocó vivir en esta capital, no le impidió que andando los años se convirtiera en un panegirista adulón de Juan Manuel de Rosas. Cultivó con él una buena y cordial amistad hasta su muerte. En 1840, fue uno de los vecinos de la ciudad que solicitó a la Junta de Representantes que se hiciese una demostración a favor de los hijos de Rosas.

Este autor teatral aún vivía en Buenos Aires hacia setiembre de 1840, pero se ignora cuándo falleció, y el lugar.

Fuente
Cutolo, Vicente Osvaldo – Nuevo Diccionario Biográfico Argentino – Buenos Aires (1983).
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
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