Juan L. Camaña

Soldados de Rosas jugando a los naipes, óleo sobre tela de Juan L. Camaña (MHN)

Nació en Buenos Aires, en el año 1795 (1). Hizo sus estudios primarios en su ciudad natal, y tuvo afición por el dibujo como la pintura. Verdadero autodidacta, llegó a ser profesor de dibujo en el Colegio Republicano Federal que dirigía Francisco Magesté durante los dos cursos de 1845 y 1846. Tuvo como discípulo a Martín Boneo, que actuó luego como pintor y catedrático de dibujo.

En 1847, se desempeñó como maestro en el establecimiento de educación primaria que poseyó. En su vida múltiple desarrolló las actividades más dispares, siendo comerciante, pintor, calígrafo, litógrafo y profesor de idiomas. Aprendió taquigrafía (2) con Juan A. de la Peña, y estableció un estudio de fotografía en la calle Chacabuco Nº 76, esquina Potosí (hoy Alsina). Se le considera uno de los introductores de la fotografía sobre papel en Buenos Aires.

En noviembre de 1852 Camaña anuncia que está en condiciones de realizar daguerrotipos estereoscópicos (3); la novedad mereció una elogiosa nota del diario porteño El Pueblo informando a sus lectores: “… la perfección de los retratos llamados estereoscópicos que nos causó una agradable sorpresa ya que no es una superficie plana lo que se contempla, es la naturaleza con todos sus relieves con toda su admirable verdad…”.

Profesor de dibujo y francés de Manuelita Rosas, le dedicó un fino “San José con el niño”. Entre sus trabajos artísticos merecen citarse una miniatura del general Lucio Norberto Mansilla, y el cuadro La Casa Paterna de los Ortiz de Rozas, progenitores de Juan Manuel de Rosas. Además, en uno de los Albumes de Manuelita, conservados en el Museo Histórico Nacional, existen algunos dibujos, de los cuales el de una calle porteña ha sido varias veces reproducido. También se conservan en el citado Museo un óleo de motivo popular fechado en 1852, y dedicado a ella, como una litografía con el retrato de su pariente y amigo, el célebre educador De la Peña, trabajo que se divulgó, tirado por la litografía de Pelvilain. En el Museo de Luján (Pcia. de Buenos Aires) existe una serie de finas acuarelas.

Camaña pintó una escena de sociabilidad y juegos populares en la época del Restaurador; nos referimos a su obra “Soldados de Rosas jugando a los naipes”, donde se destaca la particularidad que una figura femenina mira al espectador como creando un vínculo de complicidad con éste. Respecto a esta obra dice Juan Carlos Vedoya: “el pintor Juan L. Camaña, en un óleo que data de 1852, nos muestra la enramada de una pulpería, con mesa y bancos fijos – lo cual le señala destino de reunión acostumbrada- y en donde paisanos y soldados federales juegan a los naipes mientras una moza les acarrea mates. La evidente templanza de los jugadores y el circular del mate como instrumento para un inevitable estrechamiento en las relaciones de los dos sexos, nos convence que la cebadora no fue un ente inerte e indiferente ante el juego, sino que en la espera hasta recibir de vuelta la calabaza, debió ser espectadora interesada, aun por mera curiosidad, en conocer las reglas que presidían el ir y venir de los naipes. He aquí otro posible medio de comunicación entre hombres y mujeres, un tema común para conversaciones y cuentos, y que integraba a ellas, aunque fuera pasivamente, en el mundo masculino”. Esta obra había sido llevada por Rosas a Inglaterra durante su exilio.

Después de un largo tiempo de inactividad, en el que había asistido como espectador en los salones de Palermo, al apogeo y caída del Restaurador de las Leyes, reapareció en 1869, designándosele miembro de la comisión clasificadora de patentes para la parroquia de San Miguel. En ese año, interesado por las obras de ficción, tradujo del francés El asesino de Albertina Renouf. Coetáneamente, Camaña fue socio fundador del “Círculo Literario”, que presidió Valentín Alsina.

En 1871 y 1875, formó parte del jury que debía atender las reclamaciones en la fijación de patentes. Fue nombrado director del Cuerpo de Taquígrafos del Senado de la Nación, el 18 de octubre de 1872, cargo que desempeñó hasta su muerte.

En 1875, fue uno de los fundadores de la “Sociedad de Estímulo de Bellas Artes”, siendo su primer director y uno de sus primeros profesores. Bajo su dirección se produjeron la instalación de un centro de reunión para los socios, la formación de una biblioteca de arte y la apertura de una sala de lectura. De esa forma, vinculó su nombre a la precursora de la actual Academia Nacional de Bellas Artes. Después sirvió como núcleo de enlace entre su generación y la de Eduardo Sívori, Sixto Quesada, Giuseppe Aguyari y Eduardo Schiaffino.

Falleció en Buenos Aires, el 28 de diciembre de 1877. La Legislatura votó de inmediato una ley acordando a la viuda, Angela Saravia, una pensión de sueldo íntegro que gozaba su esposo, como director del Cuerpo de Taquígrafos. En la Sociedad de Estímulo aún se conserva un busto suyo que se mando hacer.

Referencias

(1) Algunos historiadores lo dan como nacido en el año 1800.
(2) En 1852, se le nombró jefe de taquígrafos de la Cámara de Diputados.
(3) Los daguerrotipos estereoscópicos, consisten en un par de imágenes que aparentemente son idénticas pero a través del visor producen un efecto de relieve.

Fuente
Cutolo, Vicente Osvaldo – Nuevo Diccionario Biográfico Argentino, Buenos Aires (1968)
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
Gesualdo, Vicente – Enciclopedia del Arte en América, Ed. Omeba, Buenos Aires (1968)
Malosetti Costa, Laura – Arte del Siglo XIX, Apuntes de Historia del Arte
Portal www.revisionistas.com.ar
Todo es Historia, Nº 198, Buenos Aires, Noviembre de 1983.

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